¿Cómo puedo mejorar la convivencia con mi hijo tdah?

La convivencia con los niños TDAH no siempre es fácil. Pone a prueba la paciencia de los padres, que también son humanos y pueden fallar. Por ello, es muy importante que, después de este periodo de cuarentena y adaptación a la nueva situación, se sigan en casa una serie de pautas para mejorar la convivenvia, y que todos estemos lo mejor posible.

Las pautas que os propongo seguir son las siguientes:

  • RUTINAS: las rutinas son necesarias para cualquier persona. Nos permiten funcionar sin gastar apenas energía en pensar qué va a pasar después o qué tengo que hacer; así tenemos más recursos para dedicarlos a las tareas que sí los necesitan (estudiar, trabajar, resolver problemas, planificar acciones…). Esto es aun más importante en niños con TDAH, ya que son más inflexibles y les cuesta más enfrentar situaciones que no pueden preveer.

 

  • ANTICIPAR CAMBIOS EN LAS RUTINAS: esto tiene que ver con el punto anterior, ya que si se va a producir algún cambio en la rutina, lo ideal es ir avisando al niño (si podemos) para darle tiempo a su mente a que lo pueda asimilar y gestionar. Este pequeño detalle puede ahorrar muchas rabietas y discursiones.

 

  • JUEGO EN FAMILIA: esto es importante para cualquier niño, pero los que son TDAH se pueden beneficiar mucho de los juegos reglados, ya que les pueden enseñar a respetar turnos, tolerar la frustración, negociar… Por ello es muy recomendable que se establezcan rutinas de juego en familia, en las que se negocie a qué se juega y todo el mundo pueda ganar y perder alguna vez.

 

  • NO SOMOS PROFESORES DE NUESTROS HIJOS: cuando los padres vemos a nuestros hijos pasarlo mal porque el esfuerzo que realizan en sus estudios no va acorde con el resultado obtenido, nos frustramos y sufrimos con ellos. Esto muchas veces se convierte en una batalla en la que buscamos que todo lo que hagan sea productivo y que vaya encaminado a mejorar su rendimiento. Esta pelea, aunque bienintencionada, termina dándonos el resultado contrario, ya que acabaremos agotando a los niños y haciendo que detestan ciertas materias o ejercicios, disminuyendo su motivación y su sensación de capacidad. Por tanto, es muy importante que se destine tiempo al ocio y el juego con el simple objetivo de pasárselo bien.

 

  • NO SON SÓLO NIÑOS CON PROBLEMAS: muchas veces, con la intención de ayudarles y de que mejoren, nos centramos solo en aquellos aspectos que se les dan peor, y nos olvidamos de potenciar todas aquellas cosas que sí se les dan bien. No olvidemos que son más que un trastorno.

 

  • EMOCIONES: normalmente los niños con TDAH sienten y expresan las emociones de una manera polarizada o en extremos. Por ello es necesario que le demos importancia a su regulación emocional. Hay que esperar a que la emoción disminuya en intensidad, y entonces podremos hablar con ellos, sin olvidar que nuestro objetivo es que entiendan que les pasa y que, poco a poco, vayan aprendiendo a regularse (veo que te has enfadado, ¿qué piensas de tu forma de actuar?, ¿crees que te ha servido?, la próxima vez creo que sería mejor si…, así yo te podría entender mejor)

 

  • SER COMPRENSIVOS CON NOSOTROS MISMOS: no olvidemos que ante todo somos humanos, y por ello imperfectos. Habrá veces que perdamos la paciencia, gritemos, nos frustremos y perdamos los nervios, pero no por ello debemos castigarnos ni torturarnos. Nuestros hijos no necesitan padres perfectos (el mundo no es perfecto), sólo que seamos lo suficientemente buenos.

En general, sabemos que la convivencia puede hacerse dura y complicada, y siempre será recomendable ir de la mano de los profesionales que puedan darnos apoyo, enseñarnos, y, sobre todo, que se encarguen de fomentar el desarrollo de las áreas más afectadas para que nosotros podamos limitarnos, simplemente, a ser padres (que ya es bastante complicado). 

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