Terapia Psicológica para

Adopciones

Los niños adoptados, debido a su experiencia de vida única, pueden enfrentarse a una variedad de desafíos emocionales y psicológicos.

El proceso de adopción es una medida de protección a la infancia que permite el desarrollo de vínculos emocionales nuevos. Sin embargo, también implica pérdida y separación. Esta experiencia puede verse traducida en dificultades a la hora de establecer vínculos seguros y/o confiar en los demás.

En la población adoptiva, ya sea por la historia de abandono como por las situaciones carenciales que han podido atravesar se van a manifestar dificultades en algunos niveles del desarrollo. Los síntomas van a ser manifestaciones de la desregulación y entre otros podemos encontrar la carencia de habilidades sociales, hiperactividad, ansiedad, dificultades de atención, falta de control de impulsos, problemas de conductas graves, problemas cognitivos, dificultades de aprendizaje, etc. Evidentemente no todos los menores adoptados van a presentar este tipo de dificultades. Es imprevisible la forma y el modo en que estas circunstancias afectarán. Los efectos físicos y psicológicos del abandono dependen de otros como la existencia de recursos internos y externos, la calidad de los cuidados pre y post adoptivos, la presencia de factores de riesgos ambientales o genéticos, etc.
Es muy importante que los padres adoptivos trabajen con profesionales de la salud mental capacitados para abordar las necesidades emocionales y psicológicas que puedan tener sus hijos e hijas adoptados/as.

La intervención psicológica en personas adoptadas puede ser útil para abordar los desafíos emocionales que pueden surgir durante todo el proceso de adopción, antes, durante y después de la adopción. A continuación, se presentan algunas de las áreas en las que la intervención psicológica puede ser útil en el contexto de la adopción:

  • Antes de la adopción. Los padres adoptivos pueden beneficiarse de una evaluación psicológica previa a la adopción con el fin de garantizar que están preparados para asumir la responsabilidad de criar a un niño adoptado. Los padres también pueden beneficiarse de la orientación sobre cómo abordar las preguntas difíciles que los niños adoptados pueden hacer en el futuro como, por ejemplo, acerca de su origen biológico.
  • Durante la adopción. Es posible que los niños adoptados presenten problemas emocionales y de comportamiento durante el proceso de adopción, especialmente si han pasado tiempo en hogares de acogida o han sufrido experiencias traumáticas antes de la adopción. Los profesionales pueden trabajar con los padres adoptivos para desarrollar estrategias que les ayuden a manejar estos problemas, así como para ayudar a los niños a adaptarse a su nuevo hogar y a establecer vínculos seguros.
  • Después de la adopción. Los niños adoptados pueden experimentar diferentes emociones después de la adopción, como ansiedad, tristeza, enojo y pérdida. Los profesionales pueden trabajar con los niños para ayudarles a comprender y procesar estas emociones, así como ayudarles a desarrollar habilidades de afrontamiento y resiliencia. Los padres adoptivos también pueden beneficiarse de la orientación y el apoyo para abordar los desafíos que surgen en la crianza de un niño adoptado.

En general, la intervención psicológica en personas adoptadas es una herramienta valiosa para ayudar a los niños y a los padres adoptivos a superar los desafíos emocionales y establecer una relación positiva y saludable.

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